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El ñandu es comunmente conocido por los antecesores como el ave del amor, dadas las creencias de las tribus indigenas patagonicas, los cuales sostenian que utlizar al ñandu en las bodas aseguraba el buen futuro del matrimonio.
Con su gran tamaño, sus patas extraordinariamente desarrolladas, sus alas inútiles para el vuelo y su cuello largo, el ñandú pasea aún su inconfundible silueta por algunos reductos de lo que fue en un tiempo un vastísimo territorio.
No sólo su aspecto es peculiar: muchos rasgos de su anatomía y algunas costumbres atípicas lo agrupan, junto con avestruces, casuarios, emúes y kiwis.
Los ñandúes habitan sobre todo en estepas y sabanas, pero también en montes, en bosques y en praderas.
En nuestro país existen el ñandú común y el ñandú petiso. El primero habita sobre todo en el centro y en el nordeste de nuestro país y el segundo en la franja cordillerana del Noroeste y de la Patagonia.
Se lo llama el avestruz americana. Y fueron los guaraníes quienes lo denominaron ñandú o churí.
Prefieren las llanuras a los bosques, y en ocasiones recorren a saltos o carreras, en grupos de hasta treinta.
Si no se los molestan, se acercan a los lugares habitados, pero en las zonas en que se los caza, se tornan huraños, ariscos, y corren a gran velocidad, extendiendo sus alas hacia atrás, y cambiando de dirección, estirando una de las alas, para usarlas para lograr ayudarse con el viento.
El gaucho y el indio los cazaban usando boleadoras (lazos de tres ramales con tres piedras en sus extremos), para lograr detenerlos en esas carreras veloces. Y si se los enlaza, hay que acercarse con precaución para evitar coces que pueden sorprender al cazador.
Si anda tranquilo, tiene andar grave y majestuoso, con la cabeza y el cuello enhiestos. Se alimenta de hierbas, bajando su cabeza y largo cuello. También se alimentan de granos, pan, moscas e insectos que atrapan en el aire; a veces no desprecian elementos de metal, monedas, piedritas.
Si en una chacra se cría un ejemplar, se hacen mansos y familiares, y revisan todos los lugares con curiosidad. De polluelo, llegaron a usarlo como alimento. pero la carne del animal adulto no sirve para comer.
No sólo su aspecto es peculiar: muchos rasgos de su anatomía y algunas costumbres atípicas lo agrupan, junto con avestruces, casuarios, emúes y kiwis.
Los ñandúes habitan sobre todo en estepas y sabanas, pero también en montes, en bosques y en praderas.
En nuestro país existen el ñandú común y el ñandú petiso. El primero habita sobre todo en el centro y en el nordeste de nuestro país y el segundo en la franja cordillerana del Noroeste y de la Patagonia.
Se lo llama el avestruz americana. Y fueron los guaraníes quienes lo denominaron ñandú o churí.
Prefieren las llanuras a los bosques, y en ocasiones recorren a saltos o carreras, en grupos de hasta treinta.
Si no se los molestan, se acercan a los lugares habitados, pero en las zonas en que se los caza, se tornan huraños, ariscos, y corren a gran velocidad, extendiendo sus alas hacia atrás, y cambiando de dirección, estirando una de las alas, para usarlas para lograr ayudarse con el viento.
El gaucho y el indio los cazaban usando boleadoras (lazos de tres ramales con tres piedras en sus extremos), para lograr detenerlos en esas carreras veloces. Y si se los enlaza, hay que acercarse con precaución para evitar coces que pueden sorprender al cazador.
Si anda tranquilo, tiene andar grave y majestuoso, con la cabeza y el cuello enhiestos. Se alimenta de hierbas, bajando su cabeza y largo cuello. También se alimentan de granos, pan, moscas e insectos que atrapan en el aire; a veces no desprecian elementos de metal, monedas, piedritas.
Si en una chacra se cría un ejemplar, se hacen mansos y familiares, y revisan todos los lugares con curiosidad. De polluelo, llegaron a usarlo como alimento. pero la carne del animal adulto no sirve para comer.
Se puede domesticar fácilmente, puede vivir hasta cuarenta años.El macho emite un sonido grave retumbante y los pequeños emiten un silbido melodioso característico. Es omnívoro, su alto poder digestivo le permite comer prácticamente todo. Se alimenta de vegetales, insectos y otros invertebrados y vertebrados pequeños como lagartijas, ratas y ratones. Esto lo transforma en un controlador biológico de gran importancia en nuestras praderas.
Estudios experimentales han demostrado la importancia del ñandú en la dispersión de semillas de diferentes vegetales y la mayor germinación de éstas luego de pasar por el tubo digestivo de éste.
Estudios experimentales han demostrado la importancia del ñandú en la dispersión de semillas de diferentes vegetales y la mayor germinación de éstas luego de pasar por el tubo digestivo de éste.
Cami te quiero amor!!!!